sobre / about
David Caiña.
Biografía. / Biography.
David Caiña es un dramaturgo y guionista nacido en Bilbao en 1988. Tras estudiar Publicidad y Relaciones Públicas y trabajar como redactor publicitario, descubrió que le encantaba la escritura y odiaba la publicidad. Desde 2012, es autor de más de una docena de textos teatrales por pasión y director de algunos de ellos por obligación. Su género favorito como espectador (y como lector) es el terror, y como autor es la comedia, y tiene la teoría de que no hay demasiada distancia entre ambos. Actualmente compagina la escritura dramática con el desarollo de varias series de televisión (una de ellas, Makarras, para RTVE Play) y largometrajes. Su otra gran pasión es la docencia y la coordinación de talleres de escritura, que ejerce para entidades como ECPV, Euneiz o Fundación SGAE.
Escritura. / Style.
«Como lo que voy a decir ahora suena bastante pedante, voy a empezar diciendo otra cosa. Soy de San Ignacio, un barrio de Bilbao. Lo que me define no es mi profesión. Eso es solo lo que hago. Pero quiero pensar que soy mucho más de lo que hago. Por eso prefiero presentarme como un chaval de Sani antes que como dramaturgo. Este chaval de Sani ha desarrollado una teoría sobre la escritura. La propia, la de los demás que la definan ellos. Es la ley de las Tres Haches. La primera es la HONESTIDAD. El público huele la verdad. Además, en mi familia no se soporta la mentira. Todo lo que escribo lo escribo porque lo he sentido y tal como lo he sentido. Persigo narrar desde lo concreto, porque en lo concreto, lo real, reside lo universal, lo general. La Honestidad es la madre de la Empatía. Y de eso va un poco lo que hacemos. La segunda es el HUMOR. Me tomo en serio mi trabajo, pero trato de no tomarme en serio a mi mismo. Escribo dramas para que la gente se ría. Los conflictos son reales, a mi me duelen y a los personajes también. Pero el tono, la distancia me sirven para convertir esa honestidad de la que hablaba en entretenimiento. Y el entretenimiento, para mi, es indiscutible. ¿Por qué? Por la tercera H. La HUMILDAD. Aspiro a que cualquiera pueda entender mis obras. Que puedan ponerse en la piel de mis personajes. Que puedan sentir lo que yo sentí. No quiero que mis obras sean catalogadas como "necesarias". Quiero contar historias. Y quiero que cualquiera pueda disfrutarlas.» (David Caiña).