sobre
Carolina Calema.
Biografía.
A Carolina Calema la definimos como creadora porque fusiona y se alterna entre la escritura, la dirección y la interpretación. Juega interpretando sin guion y ahí es donde las ideas le aparecen para plasmarlas en un papel, procurando pensar un universo que la dirección pueda materializar sin perder la esencia del material escrito. Ser actriz la hace mejor dramaturga y dirigir la ayuda a escribir, teniendo en cuenta ese futuro donde la pieza se hace carne. Comienza a formarse en Argentina en el Instituto Vocacional de Arte a la edad de ocho años. Ahí descubre diferentes ramas del arte como la música, la percusión, la escritura, el teatro, los títeres, el dibujo, el folklore, el canto… Y desde entonces nunca abandona la formación, considerándola indispensable para seguir creciendo y para reciclar sus ideas, universos y propuestas. Dice que la escritura empezó siendo una descarga íntima y secreta desde muy pronto; y poco a poco se fue convirtiendo en un vómito que necesitaba compartir con la masa para dar su opinión, generar reflexión, preguntas, angustias, generando movimiento; y el movimiento es mudanza, así que escribiendo se repiensa y nos revisa como sociedad y nos critica, y nos estudia y nos sueña…
Escritura.
Como dramaturga, Carolina Calema toma retazos de realidad para meterse en conflictos que no nos animamos a transitar en la vida cotidiana. Por ejemplo, contar una historia de amor con el fondo de la Segunda Guerra Mundial. Trata de escribir tomando ejemplos reales y situaciones que en su opinión ayudan, movilizan a quien la lea y/o vea. Repite que le atrapa la escritura tomada de la calle de hoy, de la de ayer o de la que cree que será mañana. Para ella, el gran desafío es plasmar los hechos sin caer en ser panfletaria, pero sí generar un movimiento en quien lo ve y/o lee. Además, como luchadora pesimista o como ser con ciertos pensamientos distópicos, no sabe abordar la escritura desde otro lugar que no sea la honestidad bizarra, cruda, irónica y carnal.
As a playwright, Carolina Calema takes fragments of reality to tackle conflicts that one doesn’t want to experience in everyday life. For example, telling a love story set during the Second World War. She aims to write by taking real examples and situations which, in her opinion, help to mobilise the reader and/or spectator. She repeatedly claims to be fascinated by the everyday writing of today, yesterday, and what she thinks will be tomorrow. For her, the biggest challenge is to translate these events without falling into the trap of propaganda. However, she does aim to stir the emotions of the people who read and/or watch it. Furthermore, as a pessimistic fighter or a being with certain dystopic beliefs, she doesn’t know how to approach writing in any other manner, other than based on bizarre, crude, ironic and earthly honesty.