Siempre quise hacer cine, desde niño. Lo que no sabía es que también quería hacer teatro. Estudié Comunicación Audiovisual; entré en un grupo de teatro universitario; y allí, con la palabra de Lorca, sentí el veneno. Cuando acabé la carrera monté mi propia compañía: Teatro Vuelta de Tuerca. Mucho, lo más importante, lo aprendí de los actores y actrices que han formado parte de ella. En el camino, encontré a otros maestros: Juan Antonio López Esteve me enseñó a respirar en los sonetos de Shakespeare; José Sanchis Sinisterra me descubrió el valor del azar, los silencios y el subtexto; Wajdi Mouawad me llevó de la mano a los bosques que más miedo daban. Los últimos pasos los he dado en la Sala Cuarta Pared. Gracias a los laboratorios ETC he podido desarrollar mi trabajo bien acompañado: “Aquí hay una mano” (dirigida por Víctor Velasco), “Nada que perder” (escrita junto a QY Bazo y Javier Yagüe)... Y mientras, las “tuercas” sigues en marcha (“La Venus abierta”, “El fuego amigo”…) Pronto, más.
Escritura.
«No suelo pensar en mi dramaturgia; escribo. Y lo que escribo tiene tantos visos de dramaturgia clásica como de dramaturgia que revienta (apretada por el disfraz, como dice el amigo Fajardo). Me cuesta mucho escribir teatro sin pensar en la novela, en el cine, en la poesía. Amo las obras que no entiendo. Amo los personajes ambiguos. Hombres y mujeres con miedos, culpas, cuentas pendientes... nada dramático, por otro lado, pues nacen de la alegría. Aunque vengan a hablarnos del amor o de la destrucción, nacen de la alegría; siempre.» (Juanma Romero Gárriz).
«I don’t usually think about my style of playwrighting; I just write. The things I write are characterised as much by classical playwrighting as they are by a writing style that bursts (tightened by the costume, as my friend Fajardo says). I find it really difficult to write plays without thinking about novels, cinema and poetry. I love works that I don’t understand. I love ambiguous characters. Men and women suffering from fears, guilt and uphill struggles. Not dramatic in the slightest, but born out of happiness. Even when the characters talk to us about love or destruction, they are always born out of happiness; always.» (Juanma Romero Gárriz).