Dramaturga, poeta, actriz. Licenciada en Filología Inglesa y Máster en Lingüística. Fue profesora de instituto durante doce años. Finalista en la Residencia Dramática del CDN 2020/21. Empieza a formarse en el Aula de Teatro (USC) y es cofundadora de la compañía As Fillas de Lilith, adaptando al gallego Las lágrimas amargas de Petra Von Kant de Fassbinder. En Madrid estudia interpretación en las Escuelas Asura y Metrópolis. Amplía su formación como actriz en talleres con grandes maestros y trabaja en varias compañías de teatro y proyectos cinematográficos. Junto a la actriz Cynthia Pagotto funda Meninas Teatro y escribe su primera obra: Androsex (2013). El éxito de ésta la empuja a seguir escribiendo teatro, siendo prácticamente autodidacta. 2017 es un año clave: en el Programa de Mentorías de la LMPT, gracias a su mentora Saida Santana, se centra en la escritura teatral y junto a Carlos Tuñón (taller intensivo de dirección) amplía su visión escénica. Con su compañía La Méduse, fundada junto a Tatiana Carel, es co-dramaturga de las obras Mi verano en burkini (2020) y Tsunami (2018).Tiene cuatro libros de poesía en gallego y forma parte del Prostíbulo poético. En 2020 presenta Ouveos/Aullidos, publicado por la editorial Seda de Biso y en 2018 Ninfopoética, publicado por la Editora Urutau. Adapta al teatro ambos poemarios a modo de obras de poesía escénica. Gana varios premios literarios y participa en festivales de poesía y recitales en Galicia y Madrid.
Escritura. / Style.
«Escribo poesía desde muy joven y soy dramaturga accidental. Poco a poco, la poesía cedió espacio al teatro, dónde puse primero el cuerpo y después la palabra. Mis primeras obras hablan de un futuro distópico, en clave de comedia, supongo que para desdramatizar, pero esconden tras sí temas como la soledad, la incomunicación y la deshumanización. Tardé mucho en quitarme esa venda invisible que me ponía cuando escribía teatro: la dramaturga apartaba a un lado a la poeta y viceversa. Sin embargo, mis últimas obras fusionan ambas disciplinas con el movimiento y la danza, en ellas los personajes principales son mujeres y el espacio sonoro es de vital importancia. Como creadora vivo en un proceso de continuo aprendizaje, no me conformo con ser un mero canal de transmisión y busco nuevas vías para evolucionar. Me siento en la responsabilidad de plasmar la realidad de las que no pudieron, me gusta generar debate y huir del adoctrinamiento. Me preocupa lo social y adopto el lema de “Lo personal es político”. En mi creación artística quiero acercarme a nuevos lenguajes teatrales y experimentar con la dramaturgia visual. Me siento muy cómoda en la poesía escénica y la performance. En mi cosmovisión el folclore gallego se convierte en ritual. Al igual que en la poesía, en el teatro abogo por una vuelta al origen. En cada proyecto me surgen muchas dudas, pero también la necesidad de investigar lugares desconocidos, la atracción por el riesgo y el atrevimiento. Eso para mí es el teatro.» (Fátima Delgado).